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Arquitectos: A6A
- Área: 49 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Agnès Clotis
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Proveedores: Adobe, AutoDesk, Google, ROLPIN
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicado en el cuarto piso de un edificio del siglo XIX, al final de las escaleras y hacia la luz del sol, se encuentra "Pine flat" (apartamento de pinos). Su pequeña puerta de entrada ya sugiere un pasillo acogedor que define el tono de la madera y el espacio.
La altura del techo, que ofrece la distribución del apartamento bajo los techos inclinados, permite una doble dimensión amplia y acogedora para el salón. Los arreglos de las plataformas, tabiques, puertas y el depósito de madera de pino, ofrecen una variedad de volúmenes optimizados para este pequeño departamento de 50 m².
Una gran plataforma de madera se extiende a lo largo de la parte inferior del apartamento y sobre ella, se puede acceder a las vistas. Desde las cubiertas se contrastan dos historias arquitectónicas: el campanario de la iglesia de San Pablo en la calle Ravez, construido en piedra del siglo XVII y el techo del Palais des Sport, una obra de vidrio y hormigón recientemente renovada del movimiento brutalista de los años 60. La plataforma, a modo de columna vertebral, ofrece un gran depósito y permite la incorporación del sofá y la cama en el salón.
El color y los patrones de la veta de la madera contrastan armoniosamente con el blanco de las vigas, paredes y techos, además del gris que distingue a la cocina. Las puertas de la isla de acero inoxidable le permiten guardar platos, utensilios y comestibles. El fregadero y la encimera están colocados sobre esta isla que encima tiene una placa de hormigón barnizado.
En el lado oeste, las ventanas altas permiten que la luz ilumine el apartamento. Desde aquí se accede a dos puertas con pequeñas aberturas redondas que actúan como tiradores. Uno abre el armario de la nevera, el otro da acceso al baño que recuerda a la cabina de un barco. Sobre una pared de madera, una escalera da acceso a un dormitorio que acomoda una cama para dos personas.
Desde la sala de estar, una puerta doble de madera se abre hacia el dormitorio. La plataforma que rodea la cama se convierte en mesitas de noche, biblioteca y soporte para plantas. El armario, de la misma madera, se cierra simplemente con cortinas blancas. A la derecha, dos escalones conducen a un estrecho nicho donde se encuentra una tina. Allí es posible darse un baño mientras se contempla el campanario.